En los últimos años la proliferación de incendios ha provocado una devastadora lacra contra la que hay que buscar una rápida solución. Doñana, Galicia, California, Atenas, centro de Portugal… Su capacidad destructora ha acabado con zonas de todo el planeta, sumando víctimas mortales e incontables daños materiales. Sin embargo, sus causas, ya sean naturales o por irresponsabilidades humanas, pueden evitarse. Por ello es tan importante emplear la última tecnología en la extinción y sobre todo en la prevención de incendios. Y en este sentido cobran gran protagonismo las aeronaves no tripuladas, capaces de contribuir a frenar uno de los grandes problemas medioambientales del siglo XXI. ¿En qué consiste esta aplicación de los drones?
Plan de Prevención de Incencios
El 6 de julio de 2018 se aprobó el Plan de Actuaciones de Prevención y Lucha Contra los Incendios Forestales. En este conjunto de medidas, el Consejo de Ministros incluyó la incorporación de aeronaves no tripuladas a los medios aéreos empleados. Ubicados en las distintas bases de puntos estratégicos de la Península y las islas, estos drones realizan acciones nocturnas como la vigilancia y el seguimiento de los incendios. Acompañados por otros medios aéreos, los drones son controlados por personal especializado que compone las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF).
Última tecnología en la prevención de incendios
El uso pionero de las aeronaves no tripuladas como herramientas de prevención de incendios se beneficia de las ventajas de estos dispositivos. De hecho, su aplicación en el arco nocturno se determina por su capacidad para ver en la oscuridad. Así se permite la monitorización y el control de las franjas de seguridad determinadas en cualquier momento de la jornada. Los drones demuestran de nuevo cómo su tecnología, rapidez y versatilidad pueden contribuir al beneficio de la protección civil y del medioambiente.
El amplio abanico de los dispositivos que se han creado en los últimos años en este sector facilita la elección precisa del dron en función de las necesidades requeridas. Depende del modelo escogido, la aeronave no tripulada cuenta con mayor o menor autonomía, pequeña o gran capacidad de versatilidad, facilidad o complejidad en su manejo… Las posibilidades son infinitas y 100% adaptables a cualquier circunstancia de prevención o extinción de incendios.
Origen de los drones en este campo
Pero no siempre se ha valorado la utilidad de los drones en tareas de protección civil o medioambiental. De hecho, no fue hasta el año 2013 cuando la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) consideró que por primera vez en nuestro país se pudiese utilizar un dron de carácter civil en la prevención de incendios. Esta aeronave no tripulada, que llegaba a los 80 kilos y alcanzaba velocidades de 120km/hora, se llamaba Altea Eko y contaba con una autonomía de cuatro horas y media.
Desde este primer prototipo, se ha continuado trabajando en el desarrollo de nuevos modelos más útiles para la vigilancia y prevención de incendios. Son muchas las compañías que dedican su actividad profesional a la evolución de aeronaves no tripuladas para proporcionar soluciones eficaces y mejoradas. En AXDRON ofrecemos servicios aéreos que cumplen las necesidades de nuestros clientes en diferentes ámbitos, incluida la prevención y extinción de incendios forestales.
